jueves, marzo 24


N.27
Una de las cosas que más me gustan cuando voy a Ikea es llegar a casa y ver todo lo que he comprado. Tenerla lejos de casa no es fácil. Si se me olvida algo, habrá que esperar meses hasta volver. Luego viene lo mejor de todo. Montar los muebles. Me encanta! Lo considero un Lego para mayores.
Pues el lunes no tenía que comprar ningún mueble. Y eso no podía ser. No podía volver a casa sin ningún paquete plano y no tener nada que montar. Y cuando ya estaba casi en la cola para pagar, encontré la solución y sin tiempo a pensar ya la tenía en el carrito. Una Lack roja. Ya podía volver tranquila a casa. Ya tenia por lo menos 4 patas que atornillar.

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